Accidente Cerebro Vascular

   Déficit neurológico ocasionado por una disminución importante del flujo sanguíneo cerebral, de forma anormalmente brusca. Puede ser de origen  isquémico o bien por  hemorragia, de ahí el nombre de  acv isquémico o ACV hemorrágico.

ISQUÉMICO: también conocido como infarto. En estos casos, ocurre una oclusión del vaso sanguíneo que no permite el paso normal de flujo de sangre. Dicha isquemia puede tener distinto origen:              Vascular: Estenosis o vasoconstricción del vaso sanguíneo

                Intravascular: Trombótico o aterotrómbico, en el cual se forma un coágulo en la zona que produce la obstrucción. O bien puede ser embólico, donde el coágulo viaja desde otro vaso sanguíneo del cuerpo.

Extravascular: compresión de las paredes vasculares por tumor, quiste, etc.

HEMORRÁGICO: Se debe a la rotura de un vaso sanguíneo cerebral.  Las causas más frecuentes de hemorragia cerebral son la hipertensión arterial y los aneurismas cerebrales. La zona irrigada por el vaso sanguíneo roto se ve privado de un flujo sanguíneo adecuado, y además la salida de sangre genera compresión en las estructuras cerebrales circundantes. Pueden clasificarse en: intraparenquimatosos y hemorragia subaracnoidea.

FACTORES DE RIESGOS

La hipertensión arterial es el factor de riesgo número uno para accidentes cerebrovasculares. Los otros factores mayores de  riesgo son:

• Fibrilación auricular
• Diabetes
• Antecedentes familiares de la enfermedad
• Colesterol alto
• Aumento de la edad, especialmente después de los 55 años
• Raza (las personas de raza negra son más propensas a morir de un ACV)
• Estilo de vida (sobrepeso, tabaquismo, sedentarismo, ingesta alcohol excesiva)

CUADRO CLINICO

Los síntomas de un accidente cerebrovascular son muy variados en función del área cerebral afectada e incluso hay casos en que la persona no se da cuenta que ha sufrido uno. Generalmente son más graves en un comienzo pero puede ocurrir que empeoren lentamente. Desde síntomas puramente sensitivos a los puramente motores, pasando por los síntomas sensitivomotores. Los más frecuentemente son:

·         Hemiparesia o hemiplejia que es pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo

·         Disartria, que es la dificultad para expresar lo que se quiere hablar, es un problema de articulación del lenguaje.

·         Dificultad al caminar, pérdida de equilibrio o de coordinación.

·         Mareos, dolor de cabeza brusco, intenso e inusual, casi siempre acompañado de otros síntomas.

·         Pérdida de la visión en uno o ambos ojos.

·         Parestesias, que es la sensación de hormigueo o adormecimiento en la piel

Sin embargo, numerosos cuadros de ACV de baja intensidad y duración pasan inadvertidos porque la sintomatología no se considera significante como es la de un grupo muscular poco específico (su actividad es suplida por otros músculos), episodios amnésicos breves, desorientación, etc.

DIAGNOSTICO

El médico mediante el examen físico,  síntomas, tiempo de evolución, factores de riesgo y medición de presión arterial que el paciente presente, hará un diagnóstico de cuadro neurológico  (observación de ACV) que será confirmado mediante una tomografía computarizada (TC) que evidenciará en primera instancia la presencia de hemorragia cerebral. Si la TC no muestra signos de sangrado, se sospecha de ACV isquémico, hasta confirmarlo en una próxima TC. Además el médico va a tomar exámenes de laboratorio para ver estado metabólico y/o encontrar posibles causas. Existen otros exámenes que el médico puede solicitar, como angiografías de cabeza y cuello, estudio cardíaco, etc.

REHABILITACIÓN

Es necesario que el paciente y su familia sean sometidos a un programa de rehabilitación integral que provea una asistencia que atienda tanto los aspectos motores como los relacionados con el habla, los trastornos visuales, las actividades de la vida diaria y las secuelas incapacitantes como la espasticidad, para que el sobreviviente del ACV pueda alcanzar un grado de independencia suficiente como para retomar, al menos parcialmente, sus actividades habituales. Este equipo interdisciplinario debe estar formado por kinesiólogos, neuropsicólogos, fonoaudiólogos, logopedas, terapeutas ocupacionales, y los relacionados con la medicina, como el médico fisiatra, el psiquiatra y el neurólogo.

La recuperación comenzará mientras usted está todavía en el hospital o en un centro de rehabilitación, y ésta continuará cuando se vaya a casa. Es importante contar con una buena red de apoyo (familiares, amigos, compañeros, etc).