La
definición de Envejecimiento según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es
el "Proceso fisiológico que
comienza en la concepción y ocasiona cambios en las características de las
especies durante todo el ciclo de la vida, esos cambios producen una limitación
de la adaptabilidad del organismo en relación con el medio. Los ritmos a que
estos cambios se producen en los diversos órganos de un mismo individuo o en
distintos individuos no son iguales".
El
envejecimiento conlleva una serie de cambios a nivel cardiovascular, respiratorio, metabólico, músculo esquelético,
motriz las cuales que reducen la capacidad
de esfuerzo y resistencia al estrés físico de los mayores, reduciéndose así
mismo su autonomía y calidad de vida.
Nuestro
país, al igual que los países
desarrollados, está viviendo una etapa
avanzada de transición al envejecimiento demográfico de su población, en Chile
las personas viven en promedio 10 años más que en 1920 donde la longevidad está
marcada en la población femenina y cada vez va en aumento ya que las políticas
públicas que hoy existen han tomado a los adultos mayores como preferencia en
sus programas atendiendo a lo que actualmente se llama envejecimiento activo
donde se optimizan las probabilidades de salud, participación
y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que
envejecen. El envejecimiento activo permite que las personas realicen su
potencial de bienestar biopsicosocial.
El
ejercicio físico tiene una incidencia específica sobre los sistemas que acusan
la involución retrasando la misma de forma considerable, previniendo enfermedades
y contribuyendo a mantener la independencia motora y sus beneficios sociales,
afectivos y económicos.
En
el área mental la actividad física regular
mejora los niveles de endorfinas, serotonina y noradrenalina por tanto
reduce la ansiedad y evita los estados depresivos estabilizando el ánimo,
mejora la función cognitiva y favorece el sueño reparador. A nivel Musculo
esquelético el ejercicio produce una disminución en el ritmo de pérdida de masa
ósea y el efecto mecánico de la tracción de los músculos sirve de estímulo para
la formación ósea, también el ejercicio mejora los rangos articulares, la
movilidad general, el tono muscular y mejora la reacción de los reflejos. Así
también hay estudios que indican que la actividad física regular es una
herramienta útil en la prevención de caídas y además contribuye a la prevención y manejo de una
serie de enfermedades, entre las que se destacan las enfermedades
cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II, obesidad, hipertensión arterial y
depresión entre otras.
Es recomendable que la actividad
física a realizar contemple grandes grupos musculares, como la caminata a paso
largo y rápido, bicicleta estática, subir y bajar escaleras contando con apoyos
laterales y en muchos casos con supervisión de terceros, para todo esto necesitamos
un calzado y ropa cómoda, además debemos aprovechar los recursos comunitarios las
cuales se encuentran supervisadas. Si ud desea comenzar a dejar el sedentarismo
y mejorar su calidad de vida no dude en comenzar a realizar actividad física
regular para lo cual es importante siempre consultar con un especialista.
En
resumen tenemos que son beneficios del ejercicio y actividad física en los adultos mayores:
·
Conserva y mantiene la fuerza
para poder seguir siendo independientes.
·
Se tiene más energía y motivación.
·
Mejora nuestra coordinación,
postura y equilibrio y disminuye el riesgo de caídas.
·
Sirve de apoyo para la
prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles
·
Favorece la función
digestiva.
·
Mantiene la masa muscular y
ósea
·
Mejora el estado de ánimo,
sensación de bienestar, favorece el sueño reparador.
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